Viveros, una oportunidad de empresa

Negocio Familiar
Por: Janeth Mendoza Carranza


A propósito de la apertura de un nuevo vivero en la ruta Trujillo – Simbal, encontramos que el tema de los negocios familiares es abundante en nuestro Valle, casos de pequeños agricultores, pequeños comerciantes. Sin embargo, organizar lo producido para ofertar al mercado requiere tanto de planificación y cierto capital, pero sobre todo mucha perseverancia como de decisión.

Encontramos en el camino a la Sra. Miriam, entusiasta ama de casa que hace un mes aproximadamente decidió abrir un pequeño vivero al borde la carretera en Menocucho, aprovechando las actividades agrícolas de su esposo y familia, además del vínculo comercial con otros agricultores. Ella, en base a su experiencia, identificó la demanda de pequeñas plantas de frutos, tales como palta fuerte (fruto que encabeza las ventas), tumbo, lima, naranja guando, manzana, lima, limón y mandarina, todos ellos plantas injertas, ya que el se cosechan más rápido que las plantas normales.

La Sra. Miriam cuenta con aproximadamente 2000 plantas, siendo la mayor parte de ellas procedentes de Virú, y vende cada una de ellas a 5 soles, un precio pagado con mucho gusto por los visitantes del valle que están de paso, durante las 12 horas en que está abierto el vivero. Sin embargo, queda la pregunta abierta, en Simbal no hay plantas propias que puedan ser comercializadas del mismo modo?

En los negocios familiares, el compromiso de toda la familia va sumando recursos, tanto económicos como humanos, que ayudan al crecimiento de la empresa y se van consolidando con la suma de esfuerzos, la creatividad e innovación que ayuden a la distinción del negocio emprendido.

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